miércoles, 8 de agosto de 2007

14. DETERMINACIÓN. TENACIDAD. DISCIPLINA. AUTODOMINIO. VICTORIA SOBRE SI MISMO. FUERZA INTERIOR.

DETERMINACIÓN. TENACIDAD. DISCIPLINA. AUTODOMINIO. VICTORIA SOBRE SI MISMO. FUERZA INTERIOR.

DETERMINACION.

§ “Mantén la cabeza erguida. Mira el mundo directamente a los ojos”. Hellen Keller.

Enfrentar el mundo con determinación requiere mucha valentía y compromiso, temple y fortaleza. Exige un gran equilibrio físico, mental y emocional, y una actitud excepcional.

TENACIDAD.

§ “Con tesón, inteligencia, deseo y arrojo, puedes llegar a cimas cada vez más altas, sea cual sea el punto donde te encuentres”. Leo Buscaglia

§ “Más confío en el trabajo que en la suerte”. Proverbio latino

Concentra todas tus habilidades y todos tus esfuerzos en la tarea que tengas entre manos, y aplícate a ella con dedicación. Asume con tenacidad el proceso de crecimiento personal. Lucha con fuerza y valentía para conseguir tus objetivos y alcanzar tus metas. No permitas que ningún obstáculo se interponga en tu camino.

DISCIPLINA.

Opta por ser disciplinado. La disciplina es la clave para superar los viejos hábitos y la inercia del pasado. Si comenzamos por lo más pequeño podremos fortalecer gradualmente nuestro sentido del honor personal y desarrollar nuestra capacidad de hacer y cumplir grandes promesas. Finalmente, nuestro sentido del honor personal se fortalecerá y te impulsará a sobreponerte a estados de ánimo negativos o derrotistas.

La pasión de la visión libera el poder que conecta la “disciplina” con la palabra “discípulo”: al ser disciplinado, te conviertes en “discípulo” seguidor de tus imperativos interiores, subordinando voluntariamente lo menos importante a tus metas de mayor prioridad, al profundo “¡Sí!” que arde en tu interior.

La disciplina conlleva también el hábito de hacer y cumplir promesas y de respetar los compromisos. Debemos hacer promesas con sobriedad, porque tendremos que cumplirlas.

AUTODOMINIO. VICTORIA SOBRE SI MISMO.

§ “El fracasado es aquel que no fue capaz de gobernarse a sí mismo”. José Martí.

§ "El verdadero éxito es el que se obtiene con uno mismo. Se desprende del autodominio, de la victoria sobre sí". Stephen Covey.

El éxito personal se desprende de tu capacidad de autodominio. Cada pequeña victoria sobre ti mismo, como levantarte temprano, comer moderadamente o hacer ejercicio físico, representa un logro, una conquista, y te brindará una sensación de superación y autodominio, que te impulsará a superar las dificultades cotidianas, a vencer más desafíos a lo largo del día. El éxito engendra el éxito. Comenzar el día con una victoria temprana sobre uno mismo es una buena manera de romper viejos hábitos, construir otros nuevos y conducirnos a nuevas victorias.

Para superar las fuerzas restrictivas de los apetitos y las pasiones, resuelve ejercitar la autodisciplina y la auto negación. Siempre que somos excesivamente indulgentes con los apetitos y pasiones físicas, dañamos nuestros procesos y juicios mentales así como nuestras relaciones sociales.

Si no dominas tus pasiones básicas, serán ellas las que te controlen, y no serás capaces de lograr el éxito en lo que respecta a resoluciones de nivel superior.

El autodominio y la autodisciplina son los cimientos de una buena relación con los otros. Cuando nos volvemos proactivos, centrados en principios correctos, impulsados por una visión y una misión, y capaces de organizarnos y realizar cosas en torno de las prioridades de nuestra vida, podemos también construir relaciones ricas, duraderas y altamente productivas con otras personas.

FUERZA INTERIOR.

Debes ser capaz de decir "¡NO!" a las cosas que no contribuyan a tus prioridades más altas. No permitas pensamientos que te paralicen o que te aparten de tu misión. Confronta el miedo, la duda, el desaliento, la apatía y los sentimientos que te alejan del crecimiento y el cambio personal. Abandona todo aquello que interfiera con tus propósitos más elevados. Sé altamente disciplinado; esfuérzate por lograr cada día un mayor autodominio y por alcanzar victorias sobre ti mismo. Persevera y mantén los compromisos que has asumido contigo mismo. Lucha firmemente por convertirte en la persona en la cual quieres convertirte, y enfrenta tus temores al cambio y al fracaso. Cree en la posibilidad de alcanzar tu propia grandeza, y no estés dispuesto a aceptar ser mediocre o a conformarte con lo menos.

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