miércoles, 8 de agosto de 2007

38. TU MATRIMONIO. TU ESPOSA. TUS HIJOS. TU FAMILIA. TU HOGAR

TU MATRIMONIO. TU ESPOSA. TUS HIJOS. TU FAMILIA. TU HOGAR

TU MATRIMONIO. TU ESPOSA.

Si los cónyuges están centrados en principios, si han desarrollado el carácter y las aptitudes para actuar de forma positiva y sinérgica, tienden a valorar las diferencias y a trabajar juntos para comprender sus respectivos guiones, y descubrir los principios del verdadero norte. Buscan soluciones sinérgicas de tercera alternativa para solucionar sus desafíos. Consideran las debilidades del otro como oportunidades para brindar ayuda. Les preocupa menos quién tiene la razón y más lo que es correcto.

El matrimonio es un proyecto permanente, cuyo sentido principal es el de hacernos felices el uno al otro y ayudarnos mutuamente en nuestro crecimiento espiritual.

Se edifica mediante un compromiso mutuo que es total, completo y para siempre, y mediante el esfuerzo por cultivar la relación, destinando tiempo y esfuerzo a nutrir las semillas de una visión compartida, con abnegación, cuidado, ternura y consideración.

Si quieres un matrimonio feliz, tienes que ser el tipo de persona que genera energía positiva y elude la energía negativa en lugar de fortalecerla.

Comprométete a ser un esposo afectuoso y dedicado, fuente de amor y apoyo incondicional.

TUS HIJOS.

§ “En mi funeral, si tuviera que hablar uno de mis hijos, querría que su corazón y su mente estuvieran llenos del grato recuerdo de momentos profundos y significativos que hubiéramos pasado juntos. Querría que me recordara como padre amoroso que compartió las alegrías y las penurias del crecimiento. Querría que pensara en las veces que se acercó a mí contándome sus problemas y sus preocupaciones. Querría haber escuchado, amado y ayudado. Querría que supiera que no fui perfecto, pero que hice cuanto estuvo a mi alcance. Y que lo amé, tal vez más que a nadie en el mundo. La razón por la cual deseo todo eso es que, en mi más profundo interior, amo a mis hijos y quiero ayudarles”. S. Covey.

§ "Como padres, debemos arrancar de nuestras interrelaciones cotidianas cualquier mensaje que ponga en tela de juicio la propia estimación de nuestros hijos, que lesione su autoestima. Debemos desterrar las técnicas que deshumanizan o vulgarizan a los hijos: reprender y avergonzar, predicar y moralizar, amonestar y acusar, ridiculizar y despreciar, amenazar y sobornar, prejuzgar de buenas a primeras, presagiar". Leo Buscaglia.

§ “Alégrate cuando tu hijo se separa de ti y no lo retengas por tu necesidad de que te necesite. Mira que es preferible perderlo, para verlo regresar un día adulto, a retenerlo a tu lado inmaduro, perdiéndolo para siempre”.
Ser ejemplo y modelo de vida.

Para empezar a ser ejemplo, hemos de decirnos: “Quiero constituir el mejor ejemplo posible. Quiero hacer de mi existencia un modelo de vida”.

Haz esfuerzos por asumir una actitud de liderazgo y presencia, para que en tu familia predomine un clima de amor recíproco, armonía, confianza y responsabilidad. Haz un esfuerzo permanente por inculcar principios y valores esenciales. Busca ser consejero, facilitador, alentador, colaborador y guía.

Ser fuente de apoyo y afecto

Sé un padre dedicado, fuente de amor y apoyo incondicional. Exprésales mucho amor y afecto.

Considera los problemas de tus hijos como oportunidades para construir la relación, y no como una causa de una irritación negativa y molesta. Esta actitud cambia totalmente el carácter de la relación padre-hijo. Cuando tu hijo se acerque a ti con un problema, en lugar de pensar “”Oh no!. ¡Otro problema!”, tu paradigma es “Aquí tengo otra oportunidad para ayudar realmente a mi hijo y para construir nuestra relación”. Cuando los hijos sientan el valor que los padres asignan a sus problemas y a ellos como individuos, se crean fuertes lazos de amor y confianza.

Asume una actitud amorosa y dispuesta a comprender en profundidad y a ayudar a tus hijos. Así se crearán fuertes lazos de amor y confianza.

Si quieres tener unos hijos adolescentes agradables y cooperativos, debes ser un padre más comprensivo, empático, coherente y cariñoso.

Una forma eficaz de acercarte a tus hijos consiste simplemente en escuchar, sin juzgar, predicar o leer en lo que oyes tu propia autobiografía. Solamente escucha y trata de entender, haciéndole sentir tu preocupación por él.

Recuerda siempre que construir las relaciones toma tiempo, demanda un gran esfuerzo y un compromiso de largo plazo. Si te impacientas por la falta de respuesta o la ingratitud aparentes, tal ves estés anulando todo lo que has hecho.

Cultiva la relación con tus hijos mediante pequeñas atenciones. Acercarse a ellos cuado trabajan en un proyecto escolar, para ofrecerles ayuda; invitarles a cine, o llevarlos a tomar un helado.

Fortalecer la autoestima de tus hijos

Trabaja para construir la autoestima de tus hijos. La verdadera clave para que las personas empleen su talento y liberen su potencialidad reside en qué piensan de sí interiormente. Y esto está en gran medida en función de cómo las ven y tratan los demás, especialmente sus padres. Por ello, reafirma permanentemente la autoestima de tus hijos, creyendo en ellos y brindándoles mucha retroalimentación positiva. Mostrando confianza en ellos y en su potencialidad. Y tratando de no compararlos entre sí ni con otras personas.

Destierra cualquier mensaje o actitud que ponga en tela de juicio o que lesione la autoestima de tus hijos y su sentido del valor propio. Jamás acudas a comportamientos que deterioran tu relación con ellos, o que los vulgarizan, tales como avergonzarlos, acusarlos, ridiculizarlos, despreciarlos, amenazarlos, sobornarlos, o prejuzgarlos de buenas a primeras.

Si uno quiere educar hijos con un sentido de auto valía, responsables y auto disciplinados, debe tener claramente presente ese fin cuando interactúa con los hijos día tras día. No debe comportarse con ellos de modo que mine su autodisciplina o su autoestima.

Amor no condicionado.

Cuando tus hijos se porten de modo inmaduro y egoísta, responde con sabiduría, amor, firmeza, generosidad y autocontrol. En esas circunstancias, los padres prudentes explican a sus hijos: “Yo siempre te querré, aunque deteste algunas de las cosas que hagas. Con ese amor no condicionado, esos padres crean un espacio de maniobra mediante el cual pueden expresar una oposición firme hacia ciertas acciones de sus hijos. No cabe duda de que amar al individuo y rechazar firmemente su conducta al mismo tiempo exige mucha serenidad y sabiduría.

Como padres, debemos interesamos tanto por el crecimiento y la seguridad de nuestros hijos que estamos dispuestos a sufrir que se disgusten con nosotros.

Disciplina.

A menudo los padres están atrapados en el paradigma de la administración, y piensan más en el control, la eficiencia y las reglas que en el avance, el propósito y los sentimientos de la familia.

TU FAMILIA.

§ “No permitas que tu hogar interrumpa las horas de tu trabajo, pero ante todo, no permitas que tu trabajo interrumpa los minutos de tu hogar”. Anónimo.

§ “El proceso de escribir este libro tomó varios años e implicó una búsqueda interior de las posibilidades ocultas de lo que significa ser humano y estar vivo. Con toda mi energía y mi espíritu, le doy las gracias a mi familia inmediata: a mi esposa, que me dio el mayor de los regalos: su amor, y la oportunidad de compartir nuestra vida. Y a mis hijos, que son las estrellas de mi cielo. Amarlos a ustedes es lo más sabio que hago en mi vida”. Robert Cooper. El Otro 90%.

Empéñate en amar profundamente a tu familia, ser un esposo afectuoso y un padre dedicado, fuente de amor y apoyo incondicionales.

Haz lo que esté a tu alcance para que en tu familia predomine un clima de amor recíproco, armonía, confianza y responsabilidad.

Ten presente que el control, la eficiencia y las reglas no pueden estar por encima del avance, el propósito y los sentimientos de la familia.

Maneras prácticas de enriquecer la vida familiar.

Estas son unas maneras prácticas de enriquecer su vida familiar aplicando más de lo mejor que hay en usted:

§ Presta suma atención a las metas de los integrantes de tu familia.

§ Llama a tu hogar en momentos clave.

§ Llega a tu hogar primero que todo con la mente y con el corazón. Al terminar la jornada laboral haz todo lo posible por alejar de tu mente los pensamientos relacionados con el trabajo. El trayecto hacia tu casa es una oportunidad excelente de relajarse y darles un respiro a tu mente y tu corazón.

§ Cambia de actitud al llegar a tu hogar. Saluda cálidamente a tus seres queridos al llegar a la casa. Distensión ate. Atiende a tu pareja y a los demás miembros de tu familia. Pospón para después la conversación sobre el trabajo o los problemas domésticos. La clave es dejar de lado el trabajo y durante un rato cambiar completamente de escenario: escuchar música, dar una caminata con su pareja, etc.

Preguntas para compartir ideas sobre lo que la familia quiere ser y hacer.

Preguntas que pueden formularse a todos, para ir propiciando el compartir ideas sobre lo que la familia quiere ser y hacer:

· Cuál es el propósito de nuestra familia?
· Qué clase de familia queremos ser?
· Qué cosas queremos hacer en común?
· Qué clase de sentimientos queremos tener en nuestro hogar?
· Qué clase de relación queremos tener con cada uno de los demás miembros de la familia?
· Cómo queremos tratarnos el uno al otro y hablarnos los unos a los otros?
· Cuáles son las prioridades más altas en nuestra familia?
· Cuáles son nuestras responsabilidades como miembros de la familia?
· Cuáles son los principios y directrices que queremos que se sigan en nuestra familia?
· Qué familias nos inspiran y porqué las admiramos?

TU HOGAR.

Valora y aprecia tu hogar, bajo cuyo techo se encuentra la familia y los seres queridos, aquello a lo que todos hemos de prestar más atención, porque es la mayor fuente de amor de la que dispondremos durante nuestra vida. En él están las personas que más se preocupan por nosotros, las que han estado dispuestas a mantenernos, las que siempre están allí por mal que vayan las cosas.

He conocido personas que se muestran más amables con los extraños que con quienes viven bajo su propio techo, que son quienes más se preocupan por ellos.

Muchos de nuestros problemas y desdichas provienen de no saber relacionarnos con las personas con las que compartimos techo.

El hogar representa el ancla de nuestro paso temporal por la Tierra, un lugar de cobijo y bienestar. Algún día partirás, y formarás tu mismo tu propio hogar. Pero regresa a tu hogar. Se invirtió mucho cuidado, amor, alimento, trabajo y energía para protegerte y para que pudieras ser autosuficiente. Un hogar representa todos esos cuidados y todo ese amor.

Dedica unos momentos al día a valorar el entorno inmediato al que denominas hogar. Da gracias a quienes te lo han proporcionado, a quienes lo comparten contigo y a Dios por la bendición de darte un refugio. Enseña a respetar el hogar a quienes lo comparten contigo, no sólo por sus atributos físicos, sino por el espacio de cobijo y amor que representa.

No hay comentarios: