miércoles, 8 de agosto de 2007

28. ETAPAS DE LA VIDA. TRASCENDER O SUPERAR EL PASADO. NO DEJARSE SEDUCIR POR LO QUE YA ES AGUA PASADA. LA TRAMPA DEL “DEBERIA USTED HABER....”.

ETAPAS DE LA VIDA. TRASCENDER O SUPERAR EL PASADO. NO DEJARSE SEDUCIR POR LO QUE YA ES AGUA PASADA. LA TRAMPA DEL “DEBERIA USTED HABER....”. EVITAR ARREPENTIRSE. VIVIR CON PLENITUD EL PRESENTE.

ETAPAS DE LA VIDA.

Paulo Coelho.

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida Si insistes en permanecer en ella, más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, ó cerrando puertas, ó cerrando capítulos. Como quiera llamarlo, lo importante es poder cerrarlos, dejar ir momentos de la vida que se van clausurando. ¿Terminó con su trabajo?, Se acabó la relación?, ¿Ya no vive más en esa casa?, ¿Debe irse de viaje?,¿La amistad se acabó? Puede pasarse mucho tiempo de su presente "revolcándose" en los porqués, en devolver el casette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste va a ser infinito porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanas, todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante. No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué.Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltar, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a >nosotros. No. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, papeles por romper, documentos por tirar, libros por vender o regalar.Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente.El pasado ya pasó. No esperen que le devuelvan, no espere que le reconozcan, no espere que alguna vez se den cuenta de quién es usted. Suelte el sentimiento, el prender "su televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarlo mentalmente, envenenarlo, amargarlo. La ida está para adelante, nunca para atrás. Porque si usted anda por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrá desprenderse ni vivir lo de hoy con satisfacción. Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de "regresar" (a qué?), necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que lo invadieron. ¡Si puede enfrentarlos ya y ahora, hágalo!, si no, déjelo ir, cierre capítulos.Dígase a usted mismo que no, que no vuelve. Pero no por orgullo ni soberbia, sino porque usted ya no encaja allí, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio. Usted ya no es el mismo que se fue, hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada a que volver. Cierre la puerta, pase la hoja, cierre el círculo.Ni usted será el mismo, ni el entorno al que regresa será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por usted mismo desprender lo que ya no está en su vida. Recuerde que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir porque: cuando usted vino a este mundo 'llegó' sin ese adhesivo, por lo tanto es "costumbre" vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy le duele dejar ir.Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr porque, le repito, nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero .... cierre, clausure, limpie, tire, oxigene, despréndase, sacuda, suelte. Hay tantas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escoja, le ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.¡Esa es la vida!
TRASCENDER Y SUPERAR EL PASADO.

Una de las grandes fantasías de la vida es creer que el pasado es el responsable de nuestra situación actual. Seguimos culpando a nuestras desafortunadas experiencias pasadas, de nuestras actuales circunstancias. Por esas razones no podemos avanzar. Te empeñas en crear y mantener vínculos con las heridas del pasado, en no dejarlas cerrar y cicatrizar; vives de los recuerdos y utilizas el pasado para justificar tu fracaso o tu incapacidad para seguir adelante.

Aunque meditar sobre los hechos pasados de tu vida puede ser beneficioso, has de llegar a la convicción de que sólo tus pensamientos presentes son responsables de tu vida actual.

Vive plenamente inmerso en el presente. Vive hoy. Abandona tu apego al pasado y deja de utilizarlo como excusa para tu situación actual. El pasado pertenece al pasado, y no puedes recuperarlo o volver a vivirlo. Céntrate en el verdadero eje de tu vida, ¡el presente!. Sólo tus pensamientos presentes son responsables de tu vida actual. Eres el producto de las elecciones que estás haciendo en estos momentos y nada de lo que hay en tu pasado te puede afectar en el presente. Eres libre de desprenderte de aquello que fuiste en el pasado.

No te obsesiones con el pasado. Elimina toda palabra de culpa de tu vocabulario. No tiene ningún sentido malgastar sus momentos presentes auto castigándose por lo que hizo o dejo de hacer en el pasado. El primer paso para superar el pasado es prescindir de las actitudes hacia él que le paralizan ahora. Esto supone cambiar sus actitudes hacia el presente, más que intentar borrar de modo artificial cualquier cosa de su pasado real.

No derroche el presente, vagando por el pasado, lamentando las oportunidades perdidas o rememorando “los buenos tiempos”, lamentándose de que “todo ha cambiado”, o deseando poder revivir su vida anterior. Abandone el pasado siempre que le impida pensar, sentir o actuar eficazmente en el presente. “Abandonar el pasado” no significa eliminar su recuerdo, o que deba olvidar usted lo que ha aprendido y que pueda hacerle más feliz y eficaz en el presente. Las experiencias del pasado pueden contener verdades que pueden iluminar nuestras vidas presentes. Abandonar el pasado significa liberarse de las actitudes con respecto al pasado que le impiden funcionar eficazmente y ser feliz HOY.

Estate atento para descubrir cuándo utilizas tu pasado como excusa para tu conducta actual y, cuando lo consigas, repite: "Soy libre de desprenderme de aquello que fui en el pasado".

Despréndete de tus lágrimas, que han sido un símbolo de tu apego al pasado. Ninguna de tus lágrimas borrará una sola palabra de tu historia. La tristeza y la autocompasión no borrarán ni la más mínima parte de tu pasado. Recuerda con amor a esa parte de ti mismo que aquello ha pasado y que ahora estás en el presente. Aprende de esas experiencias. Bendícelas porque son grandes maestras y no tardes en centrarte de nuevo en el verdadero eje de tu vida, ¡el presente!. Existe un pasado, pero no ahora. Hay un futuro, pero no ahora. ¡Asimila esta sencilla verdad y escribe tu vida con ella!.

Usted puede ser víctima de su propia historia cuando considera que lo que hizo o dejó de hacer en el pasado determinan lo que hará o dejará de hacer en el futuro. Considere que sea lo que sea qua haya sucedido, eso ya pasó, nunca volverá, y nunca podrá modificarlo.

Para trascender o superar su pasado, quizá deba empezar por admitir que “lo hecho, hecho está”, y prescindir de esas “fijaciones” que le han tenido apresado en el espejismo del ayer y apartado del ahora. Pero tal proceso sin duda culminará cuando recoja de su pasado sólo lo que realmente desee llevar consigo.

NO DEJARSE SEDUCIR POR LO QUE YA ES AGUA PASADA.

Se mete usted mismo en una trampa sin salida siempre que se encuentre argumentando cómo debió haber hecho o dejado de hacer una cosa, en vez de tratar de sacarle partido a los errores pasados o pensar qué puede hacerse ahora. Puesto que sólo es posible vivir el momento presente, resulta absurdo y negativo devanarse los sesos retrospectivamente, recriminarse o dejarse perjudicar por lo que usted hizo o solía hacer.

Puede convertirse en víctima de sí mismo mediante el procedimiento de recrearse con su propio pasado.

El hoy es siempre una experiencia flamante y uno puede adoptar ahora mismo la decisión de tirar por la borda todas las cosas desagradables que recuerde de su pasado y hacer de este instante un momento agradable.

Culpar al pasado de lo que es usted hoy sólo servirá para que siga usted en su estancamiento.

En varias de sus obras, Shakespere alude a la necedad de consumirse uno mismo con el pasado. En un punto, advierte: “Lo que ya ha pasado y no sirve de ayuda, no debe servir de aflicción”. Y en otro de sus versos nos recuerda que “as cosas que ya no tienen remedio, tampoco deben importarnos ya; lo hecho, hecho está”.

El arte de olvidar puede ser esencial para el arte de vivir. Todos esos recuerdos espantosos que tan cuidadosamente ha ido usted almacenando en su cerebro distan mucho de merecer que los rememore. No tiene porqué elegir conservarlos. Desembarácese de esos recuerdos auto mutiladores.

Maniobras para dejar de ser víctima a través de las referencias al pasado

· Demuestre que está decidido a no hablar de cosas que pertenecen al pasado cuando alguien le salga con razones por las que usted debe convertirse en víctima ahora.

· Esfuércese en suprimir de su lenguaje coactivas referencias al pasado, de forma que no enseñe a los demás a utilizarlas con usted. Evite los “debiste haber ...”, “¿Porqué lo hiciste así?”, y frases similares, que sojuzgan a sus amistades y parientes.

· Cuando alguien empiece con “Debería usted haber ...”, y usted comprende que obró equivocada o desconsideradamente, no tema reconocer: “Tiene razón, debí haber ...”; o “Tiene razón. La próxima vez lo haré así”. Decir simplemente que se ha aprendido la lección resulta mucho más eficaz que considerarse obligado a defenderse y revisar inacabablemente todo el pasado de uno.

· Cuando alguien próximo a usted empiece a sacar a relucir un incidente del pasado de usted que es doloroso para esa persona y del que ya se ha hablado y discutido más que suficiente, trate de que la atención se concentre sobre los sentimientos de dicha persona, tratando de evitar el regresar nuevamente a los viejos reproches. No responda usted con un torrente de palabras que sólo sirven para intensificar la pesadumbre; es preferible que recurra a un gesto afectuoso y luego se retire momentáneamente. Ello les muestra a los demás que usted está con ellos, pero que no va a permitir que se le coaccione por el sistema de darle cien vueltas más a un asunto del que ya se trató anteriormente y que sólo puede terminar por herir los sentimientos propios o ajenos.

· Prometa aprender del pasado, en vez de repetirlo o hablar del mismo indefinidamente, y comparta esta resolución con sus allegados y seres queridos. Deje bien sentadas las reglas básicas que le gustaría quedasen entendidas a partir de ahora: “Vamos a dejar de machacarnos verbalmente el uno al otro con asuntos que ya pasaron a la historia”.

· No acumule en su memoria demasiados recuerdos de cosas a fin de poder acordarse de ellas. Procure disfrutar del presente tal como viene. En vez de consumir sus momentos futuros dedicado a la reminiscencia, concéntrese en nuevas experiencias agradables. No permita que por vivir de sus recuerdos, deje de vivir su presente. No lleve de un lado para otro recuerdos que sólo sirven para perjudicarle. Tiene usted la capacidad de expulsar de su mente todos los recuerdos sojuzgadores.

· Esfuércese en eliminar sus propias lamentaciones o quejas inútiles acerca de cosas en las que nada puede hacer para que cambien.

· Perdone silenciosamente a todo aquel que crea usted que le agravió en el pasado y prometa no sacrificarse a sí mismo en el futuro con ideas perversas o de “venganza particular” que no harán más que lastimarle. Guardar rencor sólo servirá para impedirle a usted disfrutar de muchas vivencias potencialmente provechosas, en su trato con los demás, porque en una o dos ocasiones ellos cometieron errores que lo afectaron a usted. ¿Y quién no ha cometido errores de este tipo?.

· Afánese activamente en lo que se refiere a correr riesgos: conducta enérgica y disposición al enfrentamiento con lo que sea.

LA TRAMPA DEL “DEBERIA USTED HABER .... “.

Un “debería haber” no cambiará una cosa que usted haya hecho ya, pero puede emplearse para obligarle a reconocer que estaba equivocado y para evitar debatir lo que puede hacerse ahora. Ante un “usted debería haber ...” las víctimas potenciales se ven atrapadas en la sensación de culpabilidad o irresponsabilidad. Cuando alguien emplee el sistema del “debería usted haber ...” lo más probable es que no albergue el menor deseo de ayudarle a usted a sacar la debida enseñanza de sus pasados errores o a corregir su ignorancia, sino que lo haga para hacerlo sentir a usted malo o necio.

La única estrategia para eludir la trampa del “debería usted haber ...” consiste en concentrarse en lo que real y razonablemente puede hacerse en el presente. Cuando alguien le diga: “Lo que debiste hacer ...”, apresúrese a responderle: “Como es imposible retroceder el tiempo para hacer lo que crees que debí haber hecho, ¿porqué no nos concentramos en hablar de lo que verdaderamente puede hacerse en este momento?”

Se reseñan a continuación siete frases típicamente proyectadas sobre el pasado, que casi siempre se utilizan para conseguir hacer sentir culpables a las personas que son sus destinatarias.

· “¿Por qué lo hizo usted así?”. Frase positiva: ¿Qué ha aprendido de hacerlo así?

· “Si me hubiese consultado primero”. Puede ser verdad que, si hubiese consultado antes a aquella persona, las cosas habrían salido mejor, pero puede también ser falso, porque talvez la persona en cuestión no le hubiera dicho lo que le diría ahora (con la ventaja de haber visto ya el desarrollo de los acontecimientos). Es posible que sólo esté aprovechando una gratuita oportunidad de dárselas de bueno y enterado, a costa de usted. Frase positiva: Talvez sería mejor que, en el futuro, me consultase primero.

· “!Pero es que siempre lo hemos hecho así¡”.

· “Si lo dijo antes, ¿porqué no lo sostiene ahora?”. Si usted actúa de modo contrario a lo que dijo en determinada oportunidad, lo inconsecuente. Pero no debe usted intranquilizar su conciencia porque usted ha cambiado de idea; no siempre tenemos que ceñirnos a lo que habíamos dicho antes o en un principio.

· “¡Si no hubiese hecho aquello!”. Este es un reproche auto recriminatorio, mediante el cual usted se perjudica a sí mismo en el momento presente, a base de revivir pasados errores de juicio. Es imposible haber hecho algo de modo distinto a como se hizo, de modo que darle vueltas y vueltas al asunto no servirá más que para que uno malgaste sus momentos presentes. Frase positiva: Comprendo que me equivoqué y no voy a cometer el mismo error.

· “¿Quién tuvo la culpa?”. Con el procedimiento de recorrer retroactivamente todos los pasos de algo que salió mal y de atribuir las responsabilidades respectivas, se mantiene el centro del asunto al margen de la posibilidad de que se haga algo constructivo al respecto. Establecer culpables por cosas ya pasadas es una pérdida de tiempo. Frase positiva: ¿Cómo podemos evitar esto en el futuro?

EVITAR ARREPENTIRSE.

§ “El recuerdo es vecino del remordimiento”. Victor Hugo (Escritor francés)
"¡Ay, si volviera a estar allí!" o "podía haber pasado así" es el típico lamento de los soñadores frustrados que evocan el pasado, arrepentidos por lo que no han podido decir o hacer por miedo a las consecuencias.

No te arrepientas de nada de lo que has hecho, pero, eso sí, haz lo posible por no volver a caer en las mismas equivocaciones, porque sabes que no puedes deshacer el pasado.

Si haz de sentir arrepentimiento, que sea por las cosas que dejaste de hacer. Si, cuando sientes en tu corazón y crees que debes intentarlo, te retraes por miedo, estás plantando la semilla del arrepentimiento. No te equivoques, el arrepentimiento supone un tremendo derroche de energía. No puedes construir nada con él, ni crecer gracias a él, tan sólo hundirte en la frustración.

Si sientes algo con fuerza, pero que no te atreves a hacerlo, acabarás arrepintiéndote. Las palabras que no dijiste por temor al ridículo. La acción que no emprendiste por miedo al fracaso, el viaje que no realizaste por no querer hacerlo, son los peldaños que paso a paso te conducen al ático de la desesperación en los últimos años de tu vida.

Cuando hablamos de lo que deberíamos haber hecho, de lo que podíamos haber hecho, de lo que habríamos hecho, no estamos siendo realistas. Las cosas que se han hecho, hechas están, ¡y punto!. Desde luego, podemos aprender de todo lo que hemos hecho, pero los "haría", "podría" y "debería" son claramente un callejón sin salida. Convierte tus "debería" y "debo" en las opciones personales y llévalas contigo con un fuerte sentido de la personalidad, con fortaleza y lo más importante de todo, con vitalidad.

Por ejemplo, si reconoce usted que se ha comportado mal en una situación determinada, que ha herido usted descuidada e innecesariamente a otra persona, sin duda puede disculparse, manifestando su aflicción por tal comportamiento. Pero si permite que el remordimiento constante no le deje funcionar AHORA, si persiste indefinidamente en ese sentimiento de culpabilidad y sigue obsesionado por algo ya pasado, se está comportando usted de modo improductivo o autodestructivo.

Su vida no mejorará por el hecho de sentirse culpable. Puede usted aprender de sus errores, puede hacer voto de no volver a repetir esa acción que es causa de remordimiento, y seguir viviendo en el presente.

Cuando tengas dudas, imagínate primero tomando el camino de la inacción, que potencialmente puede conducirte al arrepentimiento. Luego imagina el mejor resultado posible si asumes el riesgo. Al visualizar ambas posibilidades con anterioridad puedes evitar arrepentirte por lo que podía haber sucedido.

VIVIR CON PLENITUD EL PRESENTE.

§ "No guardes nada para una ocasión especial pues cada día que vives es una ocasión especial". Anónimo.

Todo el proceso de incorporación al presente se inicia con la renuncia al pasado a favor del ahora, en el mayor número posible de experiencias vitales. Debes estar plenamente inmerso en el presente, que al fin y al cabo es el único lugar donde realmente puedes estar. No malgastes los preciosos momentos de tu vida ni desperdicies el presente, deseando estar en otra parte, o sintiéndote culpable por el pasado y temeroso por el futuro.

Una característica principal del bienestar mental es la capacidad para vivir el presente, plenamente y sin pensar en estar en otra parte. Puedes utilizar estos maravillosos momentos del presente en un estado de gratitud que significa estar totalmente presente, o en un estado de desprecio, que es desear estar en cualquier otro sitio menos donde estás. Pero, a fin de cuentas, el presente es todo cuanto tenemos, cuanto hemos tenido siempre.

La única realidad es el ahora. Si te pasas el tiempo soñando sobre el ayer y el mañana, olvidas lo que está sucediendo alrededor de ti en el momento presente. Olvida el pasado, aférrate al presente.

Lo esencial, pues, de una persona, es que abrace la vida y viva exactamente ahora, dondequiera que esté. Lo esencial es vivir la vida intensamente. ¡Dejamos pasar tantas cosas maravillosas que hay a nuestro alrededor!.

Las relaciones y la compañía deben vivirse en el presente. Tienes que vivir ahora, tienes que disfrutar ahora, tienes que hacer por la gente ahora. Siempre estamos posponiendo las cosas para mañana, sobre todo con los seres queridos. Ahora es el momento de comprarle flores, llamar por teléfono, escribirle una nota o llegarse hasta ella y acariciarla. Ahora es el momento de decir: “Tú eres importante para mí: algunas veces parece que lo olvido, pero no es así. Mi vida estaría muy vacía sin ti”. Perder a un ser querido es una manera cruel de aprender que el amor se vive en el presente. Es una forma muy dura de aprender que hay que mandar las flores, o escribir la nota a tiempo. Nosotros todavía tenemos esa oportunidad. Hay algunos que ya no la tienen.

Somos un pasado y también un futuro. Pero si vamos a elegir la vida, lo verdaderamente importante y a lo que tenemos que dedicar nuestros esfuerzos es a escoger la vida en el momento presente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias, me has ayudado mucho con tus palabras.