miércoles, 8 de agosto de 2007

15. DEDICACIÓN. PERSEVERANCIA. LEY DE LA COSECHA. PROCESO SECUENCIAL DE DESARROLLO.

DEDICACIÓN. PERSEVERANCIA. LEY DE LA COSECHA. PROCESO SECUENCIAL DE DESARROLLO.

DEDICACIÓN. PERSEVERANCIA.

§ "La genialidad es un uno por ciento de inspiración y un noventa y nueve por ciento de sudor". Thomas Edison

§ "No desees que las cosas se hagan de prisa. Desear que las cosas se hagan de prisa impide que se hagan bien". Confucio

§ "Un viaje de mil kilómetros empieza con el primer paso, y sólo es posible dar uno a la vez". Proverbio chino.

§ “Las grandes obras son hechas no con la fuerza, sino con la perseverancia”. Samuel Johnson (Escritor inglés)

No esperes resultados de un día para otro. Además, tiene más importancia la meta hacia la que te diriges que la rapidez con la que lo hagas.

Abandona el deseo de obtener resultados inmediatos. No existen atajos ni vías fáciles para alcanzar las metas importantes. Ningún cambio sobreviene sin trabajar firmemente, de forma perseverante y metódica.

Construye con perseverancia y paciencia, hasta que predomine tu sentido del honor y no tus estados de ánimo.

Ten la certeza de que todo aquello en lo que te concentras, tenderá a fortalecerse.

El propio desarrollo no es un proceso rápido. Pero si persistes, es absolutamente seguro que experimentarás beneficios y obtendrás resultados que te resultarán alentadores.

El desarrollo personal es algo sagrado. Persevera en un desarrollo incesante. Hay todo un universo de cosas por descubrir y encontrar.

LEY DE LA COSECHA.

§ “El árbol de bambú chino se planta luego de que se prepara la tierra y, durante los primeros cuatro años, crece de forma subterránea. Lo único visible sobre el suelo es un pequeño bulbo y un brotecito que nace de él. Después, al quinto año, el árbol de bambú crece hasta veinte metros”.
§ “El que quiera la nuez, que rompa la cáscara”. Plautus (Escritor griego)

La Ley de la Cosecha resiste el paso del tiempo y nos muestra permanentemente su validez: para que el cultivo crezca y se desarrolle hasta alcanzar su plena madurez, y dar frutos, debemos preparar la tierra, sembrar en ella, cultivarla, desbrozarla, regarla y luego abonarla gradualmente. No se pueden recoger frutos cuando faltan las raíces.

Del mismo modo que actúa en la naturaleza, el proceso personal de crecimiento y cambio está gobernado por la Ley de la Cosecha: para recoger frutos es necesario arar, cultivar, y cuidar la tierra, de forma paciente, ardua y diligente. El crecimiento es un proceso natural: se recoge sólo lo que se siembra. Por ello debes trabajar de forma paciente, ardua y diligente. No obtendrás resultados de la noche a la mañana; pero aunque no veas cambios inmediatos, al final cosecharás los frutos del esfuerzo realizado.

La Ley de la Cosecha se expresa también en el desarrollo intelectual: el trabajo metódico y paciente, el estudio y la preparación, nos van llevando a la capacidad de pensar de forma cada vez más analítica y creativa, a desarrollar nuestra aptitud de comunicarnos de forma oral y por escrito, cruzar límites, resolver problemas mediante formas más nuevas y mejores.

El desarrollo del carácter también está regido por la Ley de la Cosecha. Son los esfuerzos y sacrificios permanentes los que van construyendo nuestra integridad y coraje.

PROCESO SECUENCIAL DEL DESARROLLO.

Toda evolución y progreso reales se llevan a cabo paso a paso, siguiendo una secuencia natural de desarrollo.

Todos estamos en diferentes etapas o niveles de crecimiento en el campo físico, social, emocional, intelectual y espiritual. En un área una persona puede estar en el “día dos”, y en otra puede estar en el “día siete”; si yo me encuentro en un nivel diferente del que tú has logrado, es posible que las cosas sobre las que yo debo trabajar y esforzarme tú ya las hayas logrado, y viceversa.

Para mejorar, debemos partir de donde estamos, no de donde debiéramos estar ni de donde está otra persona, ni tampoco de donde los demás puedan creer que estamos. Haciendo una flexión más cada día, puedo llegar a hacer treinta más en un mes. De la misma forma, en el campo del perfeccionamiento también puedo ejercitar un poco más de lo que necesito: un poco más de paciencia, de comprensión, de valentía, a aumentar así, lentamente, mi capacidad a través del esfuerzo y la disciplinas cotidianos.

En muchas áreas de nuestra vida solemos tomar atajos para llegar al proceso natural, sustituyendo la prioridad por la conveniencia momentánea, la innovación por la imitación, el carácter por la apariencia, la sustancia por el estilo y la competencia por las pretensiones. A menudo nos saltamos algunos pasos vitales para poder ahorrar tiempo y esfuerzo pero seguimos con la esperanza de recibir la recompensa deseada.

Es una esperanza vana. Para alcanzar las metas importantes no existen atajos ni vías fáciles. No existen atajos para el desarrollo de las habilidades profesionales, del talento o el desarrollo de nuestras mentes y caracteres. En todos los aspectos de la vida hay etapas o procesos de evolución y desarrollo. Todo intento de dar con un atajo concluye en confusión y frustración. Ni los rodeos, ni los atajos, ni las pretensiones, ni el querer aparentar otra cosa, ni el mayor empeño en “vestirse para el éxito” podrán compensar la carencia de habilidad y de juicio.

Si los estudiantes no quieren que el maestro sepa a qué nivel están – por no hacerle una sencilla pregunta o por no revelarle su ignorancia -, no aprenderán ni crecerán. Admitir que ignoramos algo suele ser el primer paso hacia nuestra educación.

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